Koyomi Atsumori es una estudiante aparentemente tranquila, aplicada y discreta… pero esconde un deseo ardiente que ya no puede contener. Después de clases, en los rincones más oscuros del colegio, ella ha comenzado un servicio muy especial: alquila su cuerpo para satisfacer a los chicos que quieran usarlo —o más exactamente, su verga— como les plazca.
Sin ataduras, sin compromisos, solo sexo puro y desenfrenado. Koyomi se entrega voluntariamente a cada cliente con una mezcla de sumisión, lujuria y placer genuino. Cada escena es una muestra explícita de su obsesión por el sexo crudo: sexo en los baños, en el aula vacía, en los pasillos silenciosos… siendo follada con fuerza, tragando hasta la última gota, completamente poseída por múltiples hombres uno tras otro.
A medida que su “servicio” se vuelve más popular, Koyomi ya no puede distinguir si lo hace por dinero, por necesidad o simplemente por el delicioso placer de ser usada como una muñeca sexual. Su cuerpo se convierte en una herramienta de satisfacción masculina, y ella lo acepta con una sonrisa caliente y húmeda.
Una fantasía escolar cargada de escenas hard, lluvia blanca y una protagonista que no teme ensuciar su uniforme con semen.